CONFERÈNCIA Mn Costa: "EDUCAR EL AMOR HUMANO"

Introducción
Hace poco, la directora de una guardería me invitó a dar una charla sobre la necesidad de educar en la fe a nuestros hijos desde pequeños. La conferencia pretendía ayudar a preparar el Encuentro Mundial de las Familias de Valencia y a tomar conciencia de nuestra vida cristiana, desde la más tierna infancia. El éxito de asistencia —un padre y una madre, de un total de doscientas cincuenta familias— no logró desanimarme ya que al preparar la ponencia, me di cuenta de su importancia.
En el fondo, no se trataba más que de recordar, lo que la lógica de un gran filósofo de la antigüedad —Aristóteles— dejó magistralmente escrito en uno de sus más conocidos libros titulado “Ética a Nicómaco”. Asimismo convenía añadir, a dicha ética, lo que aporta la fe, a fin de comprender plenamente las consecuencias de la Encarnación de Nuestro Señor Jesucristo para lograr recorrer el camino de la felicidad. He aquí, en estas páginas, la síntesis de un camino apasionante que tiene como fin la plenitud de aquello que es humano.
¿Qué queréis de vuestros hijos?
¿Qué queréis de vuestros hijos dentro de unos años, cuando ya seáis mayores y veáis el resultado de vuestra tarea educativa? Con esta pregunta, he iniciado cada una de las repetidas veces que he tratado esta cuestión en público. Las respuestas solían ser: que sean buenas personas, que ayuden a los demás, que no tengan problemas, que sean felices, que lleguen al cielo...
Todos querríamos esto para nosotros y nuestros familiares y amigos, pero, en último término, ¿qué queréis de ellos? ¿os conformaríais con que fueran buenas personas, pero que no fueran felices? ¿o muy generosos, pero infelices? La respuesta de todos, en definitiva, era que lo que querían era que fueran felices. Sin embargo, ya en estas respuestas descubrimos algo importante, que es la relación entre la felicidad, la bondad, la generosidad y el cielo.
Todos queremos ser felices y de hecho este es el fin del hombre, impreso en su naturaleza, y que el hombre no puede rehusar. Todo lo que hacemos persigue, de una manera o de otra, ser felices. Pero ¿qué es la felicidad? ¿ dónde está el secreto de la felicidad? Nos damos cuenta de que la felicidad no está en una satisfacción momentánea, sino en una vida consolidada, una vida plena. Ser feliz es la consecuencia de un modo de vivir, no de una acción concreta. Incluso más, la felicidad se decide en el amor, en amar y ser amado. Nadie puede ser feliz sin referencia al amor. El Papa Juan Pablo II lo expuso magistralmente al inicio de su pontificado: «El hombre no puede vivir sin amor.
Permanece para sí mismo un ser incomprensible; su vida carece de sentido si no se le revela el amor, si no se encuentra con el amor, si no lo experimenta y lo hace propio, si no participa en él vivamente» (Redemptor hominis, 10). El amor es, por tanto, la vocación del hombre, aquello que nos hace felices.

PARA LEER TODA LA CONFERENCIA:
http://www.jp2madrid.org/jp2madrid/documentos/coleccion_educar_amor/EDUCAR_08001.pdf